lunes, 12 de diciembre de 2011

--Boscán, tarde llegamos. ¿Hay posada?

Lope de Vega



Soneto

--Boscán, tarde llegamos. ¿Hay posada?
--Llamad desde la posta, Garcilaso.
--¿Quién es? --Dos caballeros del Parnaso.
--No hay donde nocturnar palestra armada. --No entiendo lo que dice la criada.
Madona, ¿qué decís? --Que afecten paso,
que obstenta limbos el mentido ocaso
y el sol depinge la porción rosada.
--¿Estás en ti , mujer? --Negóse al tino
el ambulante huésped. --¡Que en tan poco
tiempo tal lengua entre cristianos haya!
Boscán, perdido habemos el camino;
preguntad por Castilla, que estoy loco
o no habemos salido de Vizcaya.



Pululando de culto, Claudio, amigo,
minotaurista soy desde mañana;
derelinquo la frasi castellana,
vayan las solitúdines conmigo.
4
Por precursora, desde hoy más me obligo
a la Aurora llamar Bautista o Juana;
chamelote la mar, la ronca rana
mosca de agua, y sarna de oro al trigo.
8
Mal afecto de mí, con tedio y murrio,
cáligas diré ya, que no griguiescos,
como en el tiempo del pastor Bandurrio.
11
Estos versos, ¿son turcos o tudescos?
Tú, lector Garibay, si eres gongurrio,
apláudelos, pues son polifemescos.
14
HIPÓLITA.-Es extraño, mi Teseo, de lo que estos amantes hablan.
TESEO.- Más extraño que verdadero. Nunca he podido creer estas antiguas fábulas, ni estos cuentos de hadas. Los amantes y locos tienen cerebros así de hirvientes, fantasías de tales formas que provocan aprehensión más de lo que la fría razón alguna vez comprendió. El lunático, el amante y el poeta están pletóricos de imaginación. Uno ve más demonios que lo que el vasto infierno puede albergar; ése es el loco. El amante, igual furioso, ve la belleza de Helena en la frente del egipcio. El ojo del poeta, en un bello loco rodar, va del cielo a la tierra y de la tierra al cielo, y, según recrea la imaginación las formas de cosas desconocidas, la pluma del poeta luego las convierte en figuras y da a la nada un lugar en el espacio y un nombre. Tales trucos usa la fuerte imaginación que, si no hiciera más que recibir alguna alegría, daría forma al creador de esa alegría. ¡En la noche, imaginando algún temor, qué fácil se puede suponer que un arbusto es un oso!
Shakespeare, W., El sueño de una noche de verano & La fierecilla domada, Traducción: Cristina María Borrego, Edimat, Madrid, 1999, pp- 72-73.

viernes, 3 de junio de 2011

Metáforas de la vida cotidiana

Hago una lectura crítica del libro.
"Una discusión es una guerra". Sí, una discusión es una batalla dialéctica. ¿Qué fue primero, el léxico de la guerra o el de la discusión? También se podría hablar de que una guerra es una discusión. "Destruí su argumento" se aduce como ejemplo de metáfora bélica, pero es obvio que el verbo destruir no es específico de la guerra. Se puede destruir una mesa, cualquier cosa.
¿Por qué una estrategia argumental ha de proceder de una guerra? ¿No es la argumentación algo más básico que la guerra? ¿Por qué el concepto "estrategia" ha de ser esencialmente bélico? ¿No hay estrategias en el amor o el deporte?
"La esencia de la metáfora es entender y experimentar un tipo de cosa en términos de otra". De acuerdo, pero no veo que la tensión argumentativa proceda del campo bélico. Más bien connota el afán de imponerse que posee el ser humano en TODAS sus actividades, y no solo en la guerra.

No llamaría yo metáfora a "levantarse" de la cama, porque realmente uno se levanta.

martes, 3 de mayo de 2011

Un soneto me manda hacer Violante,
en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando
y aun parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce, y está hecho.