lunes, 13 de febrero de 2012

Narrador, focalización, estilo y tiempo

Fuente

Narradores
• Narrador Homodiegético :está dentro de la historia y puede ser protagonista o
testigo.
• Protagonista: cuenta los hechos en primera persona, la historia está centrada
en sus acciones. El relato es personalizado y marcadamente subjetivo. En este
caso se produce la coincidencia entre narrador y protagonista del relato.
• Testigo: este narrador puede narrar en primera o tercera persona, pero su rol es
secundario, narrando lo que le sucede a otro. El tono de este relato es menos
subjetivo que el anterior.
• Narrador Heterodiegético: es aquel narrador que no forma parte de la historia
y cuenta los sucesos desde fuera. Generalmente utiliza la tercera persona y se
caracteriza por una mayor objetividad, puesto que se distancia de los hechos
narrados. Hay dos posibilidades en este tipo de narrador: narrador omnisciente
y narrador objetivo u observador.
• a. El narrador omnisciente: es aquel que puede conocer el mundo interno de
los personajes, sabe lo que sienten o piensan y en alunas ocasiones, sabe lo que
sucederá en el futuro, a través de la interpretación de los pensamientos o
sentimientos de los personajes. Aunque es objetivo en cuanto al relato de los
espacios donde ocurre la historia, puede asumir un rol subjetivo en cuanto
influye al lector provocando la antipatía o simpatía que pueda sentir éste hacia
los personajes.
• El narrador objetivo u observador: es aquel que se asemeja a una cámara de
cine, registrando sólo los aspectos externos de los acontecimientos. Se
preocupa de entregar datos concretos tanto de personas, lugares, acciones, etc.


 Focalización
La focalización hace referencia al grado de restricción de la información que
asume la voz narrativa respecto de las acciones de los personajes
Focalización cero hay ausencia de restricción en la entrega de la información
por parte del narrador. Este tipo de focalización es propia del narrador
omnisciente.
Focalización interna: es el punto de vista del narrador, situado desde el interior
de un personaje. Quien narra, conoce los hechos desde su experiencia. Es propia
del narrador protagonista, testigo o personaje.
El narrador solo describe lo que ve y oye, no accede a la conciencia. Actúa
como un testigo del acontecer. Muestra una visión externa del objeto, no del
sujeto. Está fuera de los acontecimientos. En este caso se relata lo que ve.
Narrador observador.

Estilo
Estilo directo Estilo indirecto
Cuando habla un personaje se marca
con un guión o raya al margen.
Es el propio narrador quien cuenta lo que ocurre.
El narrador suele utilizar las
comillas y los dos puntos, pues se
cita textualmente los dichos de los
personajes. Ejemplo: Él dijo:
“Nunca te voy a olvidar”.
El narrador omite las comillas y los dos puntos,
reemplazando por el que mas una oración
subordinada, atribuida a uno de los personajes.
Ejemplo:
“Él le dijo que nunca la iba a olvidar”.
Quien lee va identificando quién
habla.
El propio narrador señala quien habla.
La personalidad de los personajes se
va determinando a través de la
manera de hablar , su carácter, su
proveniencia, etc.
El narrador va indicando los aspectos de la
personalidad de cada personaje.

Tiempo
Tiempo del relato: Corresponde a la disposición de los acontecimientos tal como
aparecen en el relato. Este tiempo no siempre coincide con el tiempo de la historia que
mantiene un orden cronológico, sino que puede disponer los acontecimientos en un
orden arbitrario, dependiendo de los deseos del narrador. Es así como pueden aparecer
alteraciones en el orden temporal, entendiendo este último como la relación entre el
tiempo del relato y el tiempo de la historia) tales como las anacronías narrativas.
Analepsis que es una retrospección, una mirada hacia el pasado, la cual puede
hacerse a través de un flash-back (una mirada breve al pasado con un rápido retoro al
presente) o un racconto (una regresión extensa en el tiempo y retorno al presente).
Prospección o anticipación, la cual cuenta una acción que ocurrirá en el futuro.


lunes, 12 de diciembre de 2011

--Boscán, tarde llegamos. ¿Hay posada?

Lope de Vega



Soneto

--Boscán, tarde llegamos. ¿Hay posada?
--Llamad desde la posta, Garcilaso.
--¿Quién es? --Dos caballeros del Parnaso.
--No hay donde nocturnar palestra armada. --No entiendo lo que dice la criada.
Madona, ¿qué decís? --Que afecten paso,
que obstenta limbos el mentido ocaso
y el sol depinge la porción rosada.
--¿Estás en ti , mujer? --Negóse al tino
el ambulante huésped. --¡Que en tan poco
tiempo tal lengua entre cristianos haya!
Boscán, perdido habemos el camino;
preguntad por Castilla, que estoy loco
o no habemos salido de Vizcaya.



Pululando de culto, Claudio, amigo,
minotaurista soy desde mañana;
derelinquo la frasi castellana,
vayan las solitúdines conmigo.
4
Por precursora, desde hoy más me obligo
a la Aurora llamar Bautista o Juana;
chamelote la mar, la ronca rana
mosca de agua, y sarna de oro al trigo.
8
Mal afecto de mí, con tedio y murrio,
cáligas diré ya, que no griguiescos,
como en el tiempo del pastor Bandurrio.
11
Estos versos, ¿son turcos o tudescos?
Tú, lector Garibay, si eres gongurrio,
apláudelos, pues son polifemescos.
14
HIPÓLITA.-Es extraño, mi Teseo, de lo que estos amantes hablan.
TESEO.- Más extraño que verdadero. Nunca he podido creer estas antiguas fábulas, ni estos cuentos de hadas. Los amantes y locos tienen cerebros así de hirvientes, fantasías de tales formas que provocan aprehensión más de lo que la fría razón alguna vez comprendió. El lunático, el amante y el poeta están pletóricos de imaginación. Uno ve más demonios que lo que el vasto infierno puede albergar; ése es el loco. El amante, igual furioso, ve la belleza de Helena en la frente del egipcio. El ojo del poeta, en un bello loco rodar, va del cielo a la tierra y de la tierra al cielo, y, según recrea la imaginación las formas de cosas desconocidas, la pluma del poeta luego las convierte en figuras y da a la nada un lugar en el espacio y un nombre. Tales trucos usa la fuerte imaginación que, si no hiciera más que recibir alguna alegría, daría forma al creador de esa alegría. ¡En la noche, imaginando algún temor, qué fácil se puede suponer que un arbusto es un oso!
Shakespeare, W., El sueño de una noche de verano & La fierecilla domada, Traducción: Cristina María Borrego, Edimat, Madrid, 1999, pp- 72-73.

viernes, 3 de junio de 2011

Metáforas de la vida cotidiana

Hago una lectura crítica del libro.
"Una discusión es una guerra". Sí, una discusión es una batalla dialéctica. ¿Qué fue primero, el léxico de la guerra o el de la discusión? También se podría hablar de que una guerra es una discusión. "Destruí su argumento" se aduce como ejemplo de metáfora bélica, pero es obvio que el verbo destruir no es específico de la guerra. Se puede destruir una mesa, cualquier cosa.
¿Por qué una estrategia argumental ha de proceder de una guerra? ¿No es la argumentación algo más básico que la guerra? ¿Por qué el concepto "estrategia" ha de ser esencialmente bélico? ¿No hay estrategias en el amor o el deporte?
"La esencia de la metáfora es entender y experimentar un tipo de cosa en términos de otra". De acuerdo, pero no veo que la tensión argumentativa proceda del campo bélico. Más bien connota el afán de imponerse que posee el ser humano en TODAS sus actividades, y no solo en la guerra.

No llamaría yo metáfora a "levantarse" de la cama, porque realmente uno se levanta.

martes, 3 de mayo de 2011

Un soneto me manda hacer Violante,
en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando
y aun parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce, y está hecho.